Muere el mar en el Abismo y las horas rotas se corrompen en el amanecer. Las gotas de lluvia han caído demasiado despacio. El mundo duerme y los pájaros ya le brindan su luz al sol. Las sonrisas de los dioses caídos tiemblan entre el rocío del tiempo. Comienza el día.
El Abismo duerme
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